Un roble angustiado abre sus brazos en vano hacia el cielo azul de Madrid
La sierra aqui no olvida, sin perdon
Llamas sin cesar
Ardiendo en el corazon
Quien contestara' al roble?
Quien escucha susurros en el viento?
Arido en la sequia eterna del verano
Resplendor invernal decorado por nieves audaces
Intocables, nos penetran sus raices.